Venezuela fue la tierra que enamoró hace más 130 años,a las Hermanas de San José de Tarbes, y aquí dejaron sembradas sus vidas.

Llegaron a Guaira en el Barco “Canadá”, un día 13 de junio de 1889, llamadas por el Presidente de la República Juan Pablo Rojas Paúl, se instalaron en la casa contigua de la Iglesia de San Juan en Caracas.En 1891, iniciaron su trabajo en el Hospital Vargas, cuando éste fue inaugurado. Durante épocas administraron ellas mismas el Hospital, y junto a los médicos, hicieron de él un hospital modelo. A principios de 1892, inician sus labores con la apertura del Colegio San José de Tarbes, ubicado en la casa de San Juan donde ellas vivían, dejando así satisfechas muchas gestiones de la sociedad caraqueña. Posteriormente, fundaron y atendieron muchos otros hospitales y Colegios, obras de beneficencia, ancianatos, escuelas populares, misiones, obras parroquiales… Algunos ya no están, otros, permanecen en el tiempo.

El eco de la gloria a sus virtudes y eficiencia, se hace oír en esta tierra de Salóm y Flores, y un 23 de Abril de 1892 se funda en Puerto Cabello el Colegio “Sagrado Corazón de Jesús” viéndose así coronadas con el más rotundo éxito las gestiones que realizarán las prestigiosas y preocupas damas de turno, honorables señoras Olavarría, Pirela, Rivas y Capriles, ante la Reverenda Madre San Simón, quien aceptando obtiene la gracia y aprobación de la Reverenda Madre General Helena María, que por feliz coincidencia se encontraba de visita en Caracas.

Reseña Histórica

Ese inolvidable día, en presencia de las dos muy ilustres y piadosas Madres, y en compañía de las que iniciarían esta nueva aventura; las Reverendas Hermanas María Leonie, María de San Albán y María Severiana, que fue una abnegada y cumplida Superiora durante veinticinco años. Estos actos de la fundación del Colegio, para regocijo y orgullo del conglomerado porteño, fueron presididos por la venerada Madre General. A partir de esa fecha, la ciudad adquiere para su docencia, un baluarte espiritual de primer orden. Toman la primicia 40 niñas de hogares porteños, y un local de la Calle Bolívar, frente a donde hoy está situado, reciben sus primeras luces, guiadas por el Todopoderoso. Al principio, aceptaron solamente niñas, pero en 1894, dos años después, las familias pidieron con insistencia y obtuvieron que se abriera una escuela infantil para varones; hasta el año 1921, cuando se establecen en Puerto Cabello los Hermanos de la Doctrina Cristiana, a quienes hoy día llamamos: Hermanos de la Salle.

El sistema educativo se regía por las leyes de Francia. Además de español, se enseñaba inglés, francés, religión, historia, matemáticas, música, ciencias naturales, educación, etc. Los exámenes los presenciaba el Embajador de Francia… funcionó también la Escuela Normal y la de Comercio.

Para destacar su brillante actuación en el campo de la beneficencia, es en el año 1898, cuando aparece la epidemia de la viruela, que sembró el terror en muchas ciudades de Venezuela, en Puerto Cabello sólo dos (2) Hermanas atendían a los moribundos: no contaban con ningún médico, con ningún sacerdote. Atendían a vivos y muertos, cuidando a unos, enterrando a otros, cavaban sus tumbas… y así, durante 6 meses de cansancio, de privaciones, de aislamiento, que fue cuando se logró dominar la epidemia, y las puertas se abrieron de nuevo ante las Hermanas.

Un pasaje similar ocurre en 1918, cuando el azote de la peste española, atacó la ciudad. Allí encontramos con firmeza a la Hermana María Severiana, que con la misma abnegación de 1898, se entregó al cuidado de los enfermos, prestando sus valiosos servicios.

A mediados del 1914, la Hermana Margarita del Sagrado Corazón fue designada a colaborar eficazmente con la Hermana María Severiana ya como Directora y Maestra, quien consagró 40 años en esta meritoria labor; por cierto, ella es la única Religiosa de San José de Tarbes que descansa bajo la tierra del Campo Santo porteño. Aunque tocaron tiempos difíciles material y económicamente, sin embargo, dio pruebas de una gran caridad, prudencia, inteligencia, vocación para educar, abnegación y olvido de sí mismas.

Hacia 1920, el Colegio se inscribe en el Ministerio de Educación Primaria.

Conmemorando los 25 años de fundación, como reconocimientoa la labor, le fue otorgada la Medalla de Instrucción Pública el 18 de abril de 1917, siendo su Directora la Hermana Severiana que estaba asistida por la Hermana Margarita del Sagrado Corazón.

El 9 de diciembre de 1966, el corazón de las Hermanas se desborda hacia los damnificados de Taborda, tendiendo su mano caritativa para socorrer a las víctimas.

A partir del año 1986, nuestra casa de estudios forma parte de los Colegios Católicos subvencionados por AVEC, lo que ha permitido abrir las puertas a quienes tienen menos oportunidades de formarse integralmente.

Han pasado más de 130 años. Han pasado muchas Hermanas, muchas generaciones… La semilla inicial sembrada, ha fructificado de manera esplendorosa, y sus resultados son motivo de eterna gratitud.

En el trabajo diario el Personal Docente constituido por Religiosas y seglares, se esfuerzan para que los alumnos aprendan y vivan según el Evangelio y se hagan cada vez más solidarios con su medio, comprometiéndose en el trabajo de hacer realidad el Reino de Dios.

La formación se extiende hasta los hogares, porque se comprende que la tarea de evangelización sería inútil si no estuviera respaldada por los padres y representantes.

Fieles a nuestro Carisma de atender a las necesidades del medio y del momento, y siguiendo la línea fundacional, el Colegio, con la colaboración de los seglares comprometidos, coordina la acción pastoral en la comunidad porteña, prepara a la recepción de sacramentos y abre las puertas a jóvenes que buscan orientación vocacional; y en general, a todas aquellas personas que desean profundizar en su fe.